Ha transcurrido casi una década desde que Esther Jiménez sufrió en República Dominicana un ataque con una mezcla de ácidos corrosivos, conocida como "ácido del diablo". Las autoridades aún no identifican a su agresor. El rostro desfigurado de Jiménez no ha sido obstáculo para que sea fuente de inspiración para miles de seguidores a través de las redes sociales donde muestra como valorar la vida en cualquier situación